martes, 6 de septiembre de 2011

Dolor interno, sonrisa falsa.

Su mente viajaba atraves del tiempo, hacía el pasado comprobando todas las oportunidades que tuvo y nunca llegó a aprovechar, recordando a la gente que conoció y en la que quizás jamás llegara a conocer, no podía evitar pensar en ese futuro que se le escapaba de las manos, El amor verdadero que tanto esperaba encontrar, sus deseos cumplidos, una familia... Todo aquello que que quería. En ese momento pensaba en sus sueños, porque era lo único que le hacia salir de la pesadilla que estaba sufriendo, aunque él ya estaba acostumbrado al dolor físico y psíquico, no rechistaba a cada puñetazo que le propinaba, no le contestaba con insultos amenazadores, resistía, sabía que en algún momento su padre se cansaría, como veces anteriores. Las lágrimas que le recorrían por las mejillas no eran del dolor, sino de escuchar a su madre tras la puerta, gritando, pidiendo ayuda. Era algo que le hacia temblar al joven de 17 años."Un años más y al fin podre escapar"- Pensó el día de su cumpleaños. Nunca sus amigos habían notado nada, siempre sonreía, un chaval optimista, pero tras la camisa unos cuantos cardenales que eran las marca de su vida. "Eres un ricachón, tú no tienes problemas."- Comentaban sus amigos, por ser hijo de quien era, por su empresa, podrá tener todo el oro del  mundo... pero.. ¿De eso dependía su felicidad?, No.. daría lo que fuese, renunciaría a todo, solo por vivir tranquilo, solo por no tener miedo a entrar en su propia casa. Momentos felices, claro que vivió, sonrío y fue feliz... Sonreía recordando aquel tiempo, mientras caía al suelo desangrándose, poco a poco, sus ojos se cerraban, dejando un débil pulso, Nunca entendió que hizo mal, y lamentablemente nunca lo llegaría a entender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario